Por Patricia Granado
Tolhuin, sabado 5 de julio 2025.- La crisis energética que atraviesa Tolhuin no es un hecho aislado ni exclusivo de Tierra del Fuego. Hoy, cortes de luz, redes colapsadas y sistemas insuficientes se repiten en distintas regiones del mundo, dejando al descubierto un desafío estructural que trasciende fronteras y gobiernos.
En Europa, la guerra en Ucrania obligó a Alemania, Francia y Reino Unido a programar cortes de suministro y a destinar fondos millonarios para sostener la generación ante el desabastecimiento de gas. Incluso Estados Unidos, con su infraestructura de primer nivel, ha experimentado apagones masivos durante olas de calor o frío extremo. En América Latina, basta con mirar a México, donde en pleno 2024 millones de usuarios quedaron sin luz durante varias horas debido a la saturación de la red nacional.
En Tolhuin, esta situación tiene raíces profundas: años de desinversión, una población que crece y una red de generación local que quedó obsoleta. La usina local, que hoy soporta toda la demanda, no puede responder a los picos de consumo en invierno sin fallas ni cortes.
Sin embargo, a diferencia de otras gestiones, el Gobierno provincial ha puesto sobre la mesa una inversión concreta y verificable. Según datos oficiales del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, solo en 2024 se destinó más de 1.000 millones de pesos para obras de fortalecimiento de la usina de Tolhuin. Esta inversión incluye:
✅ La adquisición de un nuevo generador de alta capacidad, actualmente en proceso de instalación, que comenzará a operar a fines de julio o principios de agosto.
✅ La optimización del sistema de arranque del generador existente, que ha presentado fallas reiteradas.
✅ El diseño de nuevos centros de distribución eléctrica, para asegurar que la energía generada llegue de forma más eficiente a todos los barrios.
✅ Trabajos de mantenimiento, modernización de tableros de control y compra de repuestos críticos.
La ministra Gabriela Castillo, al frente de esta gestión, fue clara: “Cuando asumimos encontramos una infraestructura crítica, no solo en energía, sino en salud, agua y cloacas. Hoy estamos invirtiendo para revertir una situación que lleva años acumulada.”
Además, se suman obras complementarias como el Hospital Modular, la planta de tratamiento de efluentes y otras infraestructuras básicas para sostener el crecimiento de la ciudad.
Mientras tanto, la comunidad de Tolhuin sigue dando muestras de organización y compromiso: vecinos autoconvocados, reuniones públicas y una exigencia clara de transparencia y plazos reales. Pero no faltan quienes buscan pescar en río revuelto: algunos actores políticos han tratado de capitalizar el enojo y la preocupación legítima, transformando un problema real y una inversión en marcha en una simple bandera electoral.
Porque la verdad es que, en materia energética, no hay soluciones mágicas ni inmediatas. La crisis energética es uno de los grandes retos del siglo XXI: requiere planificación, fondos sostenidos y control ciudadano para que los recursos lleguen a donde deben llegar.
La inversión provincial está en marcha, los plazos están anunciados y las obras, en ejecución. Ahora el desafío es doble: que la comunidad acompañe y exija resultados reales, y que la dirigencia política esté a la altura de las circunstancias, dejando de lado especulaciones que solo enturbian el camino.
Tolhuin no está sola. Y su crisis energética, aunque dolorosa, se enfrenta con una inversión concreta y con la mirada atenta de quienes saben que la única salida es la planificación y la gestión real, no la demagogia.