Río Grande, 26 de agosto de 2025 –
En Río Grande ya nada sorprende: mientras los barrios reclaman servicios básicos y las familias lidian con la inflación y la inseguridad, el intendente Martín Perez destina más de 1,7 millones de pesos de las arcas municipales para financiar encuestas que lo muestran como favorito. La maniobra quedó plasmada en el Boletín Oficial Municipal N.º 771, página 271, donde se confirma la contratación de la consultora Punto Doxa SRL, dirigida por el sociólogo Alfredo Santos.
¿El resultado? Cifras que pintan de colores un panorama electoral sombrío para el oficialismo. Según la encuesta publicada, La Libertad Avanza aparece con 29,5%, el frente municipalista Defendamos Tierra del Fuego —liderado por Perez y sus aliados— se ubica en 25,2%, mientras que Fuerza Patria (Vuoto – Melella) queda relegada al 21,5%, con un 18% de indecisos. Como frutilla del postre, el estudio subraya que Perez tiene 57% de imagen positiva y es “el único ejecutivo con saldo favorable en su distrito”.
Una consultora hecha a medida
Punto Doxa no es una improvisación. Fundada en 2006, la firma ha trabajado con distintos gobiernos: desde el PRO en la Ciudad de Buenos Aires hasta intendentes y gobernadores peronistas. Pero en Tierra del Fuego, la relación con Perez viene de larga data. En 2023, Santos ya lo había favorecido con encuestas que “milagrosamente” lo mostraban como líder indiscutido. Hoy, el guion se repite: contrato millonario, encuesta a medida, relato de gestión.
No se trata solo de un servicio técnico: Doxa también ha sido convocada en otros rincones del país por el PRO y por sectores de La Libertad Avanza, lo que demuestra que su negocio no es la objetividad, sino el cliente que paga. Sus números siempre terminan alineados con quienes los contratan.
El Municipio, atrapado en su propio espejo
La pregunta es clara: ¿qué busca Perez gastando dinero público en este tipo de encuestas? ¿Medir las verdaderas necesidades de la ciudad o seguir alimentando una burbuja de “alta aceptación” que solo existe en los gráficos?
Mientras los barrios denuncian cloacas colapsadas, inseguridad creciente y falta de servicios, el Ejecutivo prioriza fabricar encuestas y discursos. Se invierte en marketing electoral, no en resolver problemas reales.
En definitiva, el Municipio usa la plata de los vecinos para financiar el espejismo de un intendente que prefiere sonreír en las encuestas antes que mirar de frente las falencias de su gestión. La verdadera encuesta será en las urnas, donde ni boletines oficiales ni encuestadoras alquiladas podrán maquillar la realidad.
