26 julio , 2024

Educación: enseñar para ser prescindibles, sembrar la semilla de la autogestión

En esta entrevista, Laura Dziadek, orientadora del método Kumon Maschrwitz y coach ontológica profesional, nos cuenta de qué se trata este método de autogestión del conocimiento.

4 DE ABRIL 2021

En 2012 un alumno particular de inglés me introdujo a La Educación Prohibida. Juan Esteban era un chico brillante y creativo inmerso en un sistema que lo agobiaba y lo deprimía, lo menoscababa. Investigué, vi los videos (luego, el documental) y esta introspección e información me llevaron a responder la pregunta con la que comienza el documental, que es la siguiente: “A lo largo de los años hemos visto cómo se ha intentado todo para mejorar la educación y adaptarla a un determinado contexto temporal y cultural. Sin embargo, ¿es este modelo de educación el más adecuado para que las personas se desarrollen y obtengan calidad de vida?”.

Mi respuesta es no.

Después de un año tan duro como el 2020, finalmente decidí que mi hijo precisaba un approach distinto a la enseñanza que viene recibiendo. La primaria fue fantástica, pero en esta etapa ya casi preuniversitaria, faltaba algo: empatía; y sobraba otra cosa: encasillamiento y notas.

Es así como llego a Laura Dziadek, orientadora del método Kumon Maschrwitz y coach ontológica profesional.

Hola, Laura. ¿Qué es educar?

Creo que educar es acompasar a las personas para que puedan desarrollar todas sus capacidades, no solo adquirir conocimientos sino educar en valores, moral y conducta para descubrir su máximo potencial

¿Es lo mismo que instruir?

No, instruir sería más bien transmitir conocimientos

¿Qué rol tenía la escuela en los 70, 80 hasta 90 y qué rol cumple ahora?

Creo que, antes, la escuela era un espacio donde un profesor o maestro, que solía tener más conocimientos, se los enseñaba a sus alumnos.  Hoy en día, hay otras herramientas de donde adquirir el conocimiento; deberíamos reformular el concepto de escuela y construir un ámbito diferente, acompañando a ayudar a descubrir el potencial de cada niño, con reconocimientos y metas alcanzables y medibles

¿La educación «tradicional» funciona hoy en día? ¿Por qué sí o por qué no? 

¿Qué sería educación “tradicional”? Cuando yo era chica, sabía que tenía que ir al colegio a que los maestros y profesores me transmitieran conocimientos, y que yo debía cumplir con mis obligaciones para hacer valer mis derechos. Hoy creo que han cambiado varias cosas; a los niños hoy le cuesta autogestionarse, la transmisión de conocimientos se mantiene como otrora cuando hoy todos accedemos a través de Google o cualquier buscador a lo que deseamos conocer. Creo que hay que trabajar más en acompañar a los niños a descubrirse, brindarles herramientas de autogestión y no tanto que hagan las tareas y actividades por una nota o para satisfacer al profesor y/o a los padres

¿Qué falla en los planes educativos de Argentina? ¿Qué falta? 

Creo que hay que cambiar la mirada y no tanto los planes; priorizar el desarrollo de herramientas básicas (conceptos de economía, inculcar hábitos de lectura, instrumentos tecnológicos, cuidado del medio ambiente, idiomas).

¿De qué se trata Kumon? ¿Dónde surge? ¿Qué propone? 

Kumon es una metodología de estudios japonesa que, a través de material autodidacta, ayuda a desarrollar capacidades que los propios alumnos van descubriendo con ejercitación y práctica continua.

Un día, el profesor Toru Kumon (1914-1995), cuando su hijo Takeshi (en ese momento de 7 años de edad) regresó del colegio con una mala nota en una prueba de matemáticas, se replanteó junto a su esposa -también docente- si le explicaban a Takeshi lo que no había comprendido en la prueba o le ofrecían una herramienta que permitiera al niño desarrollarse sin necesidad de que nadie le explicase. Fue así que su padre le dejaba ¨todos los días¨ unas hojitas con ejercicios que el niño podría resolver. Takeshi fue adquiriendo cada vez más seguridad y confianza. Dos años más tarde, decidieron abrir la primera Unidad Kumon en Osaka donde sus primeros alumnos fueron los propios compañeros de su hijo. Con el correr del tiempo, la metodología se fue desarrollando por todo el mundo, estando presente hoy, en más de 50 países. Así, nació la metodología Kumon.

Esta metodología propone desarrollar rutina, hábito, autodidactismo, seguridad, confianza a través de la ejecución de material sencillo para sus alumnos, para ir avanzando a temas más complejos sin que les resulte traumático

¿Es un método más inclinado al ser que al saber? Se puede ser eficaz si no se toma en cuenta el ser, la autoestima, ¿si no se ve el vaso medio lleno?

Exactamente, es un método más orientado al ser y a ayudarlos a auto descubrirse; que SÍ pueden lograr lo que se proponen.

Para mí la motivación debe ser diaria, todos los niños (y los adultos también) podemos lograr y hacer lo que nos proponemos; para ello tenemos que desarrollar la autoestima. Eso es lo que hacemos a través de esta metodología y de mi formación como coach ontológica profesional.

¿Si un chico no va al cole pierde sociabilización? ¿O es que el cole también es un lugar seguro donde dejar a nuestros hijos mientras vamos a trabajar?

Yo, personalmente, no creo que la sociabilización solo se de en las escuelas; de hecho, mis hijos tienen amigos y relaciones de diferentes lugares, tengo que reconocer que son deportistas y el deporte también sociabiliza. La escuela me sirvió muchos años para dejar a mis hijos para poder trabajar fuera de mi casa muchas horas porque son lugares seguros.

¿La escuela pública reprogramada sería una buena alternativa?

Hay mucho por hacer, para ampliar la mirada:  trabajar en rediseñar planes de estudio, no poner el foco tanto en transmitir conocimientos (mirada en el docente) sino ir acompañando el aprendizaje (mirada en los alumnos).

¿Qué es ser un buen maestro?

Una vez leí lo siguiente: una buena madre es aquella que a lo largo del tiempo se va volviendo cada vez menos imprescindible;  creo que ser un buen maestro sería algo similar… estamos, acompañamos, respetamos tiempos, empatizamos y nos vamos volviendo cada vez menos imprescindibles pero dejando en cada corazón de nuestros alumnos la semillita plantada. Igual que una madre con sus hijos.

¿Qué es un alumno para Kumon?

Un alumno para Kumon es un ser que quiere, a través de la autoinstrucción, autodidactismo con un coacheo permanente -por parte de su orientador- ir descubriendo y aprendiendo lo que es capaz de hacer y de resolver

¿Cómo se califica en Kumon? ¿Por qué? 

En Kumon se busca que todos los alumnos lleguen a lograr su nota 100 (máxima puntuación), todo el material se corrige y se trabaja sobre los errores pero siempre poniendo el foco en lo que van logrando. Por ejemplo, un alumno hizo 50 ejercicios y resolvió 3 mal, se lo felicita por los 47 bien hechos y ellos autocorrigen los que están mal hasta lograr su nota 100.

Las escuelas privadas tienen un nivel bajo de contenidos y de empatía (esto lo afirmo yo y no todas).  Yo creo que se perdió la brújula, que al ser empresas y brindar un servicio se cambió la perspectiva de qué es enseñar, qué es respetar al otro, cómo tratar a un niño de manera individual y esperar a que cada uno llegue al aprendizaje a su tiempo y forma. ¿Vos qué pensás? 

Pienso y coincido en que se perdió la brújula pero no sólo en la escuela sino como sociedad, creo que hoy algunos padres buscan que los colegios eduquen en valores y las escuelas solicitan más participación activa de las familias; a veces se tergiversan los roles…

La familia debe acompañar a la escuela. Ahora, hoy en día tenemos, por un lado, los alumnos que no respetan a los profesores y cuyos padres van al cole y los apañan y, por el otro, los profesores que quieren que se los respete, pero se envían mensajes de texto mientras gritan «¡¡¡¡apagá el celular, fulanito!!!!».  ¿Algo que agregar? 

Creo que las familias y la escuela tienen que trabajar en equipo para lograr formar individuos íntegros, el foco puesto en nuestros hijos, los alumnos,  focalizar en que aprendan menos materias. Muchas veces, menos es más.

¿Qué debe tener un establecimiento educativo?, ¿qué no puede faltar?

Motivar, formar, capacitar con el ejemplo…

Me hubiera gustado ser  alumna de KUMON; siento que me hubiese ahorrado muchos momentos de tensión y exigencia de perfección. Ni hablar de los años de terapia para entender que no era necesario ser perfecta sino lograr dar lo mejor con las herramientas que contamos.

Cierro con una reflexión de Toru Kumón: “El potencial de crecimiento por medio de la autoinstrucción es ilimitado”

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