31 DE MARZO 2024
El anuncio del Gobierno Nacional sobre la eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) ha generado un intenso debate sobre su impacto en el mercado y la estabilidad de los precios de la harina. Esta medida, parte de la búsqueda del Gobierno por reducir el gasto público, en el marco del Déficit 0, impulsado por el presidente Javier Milei, plantea interrogantes sobre el futuro del sector y la posible liberación de los precios.
En las últimas horas y por redes sociales, el vocero presidencial Manuel Adorni, comunicó que la eliminación del FETA responde al deseo de poner fin a los Fondos Fiduciarios que dependen del dinero del Estado Nacional, señalando que se dilapidaron sin sentido alrededor de 69.000 millones de pesos. El FETA, creado en marzo de 2022 durante el gobierno de Alberto Fernández, tenía como objetivo principal subsidiar la bolsa de harina para garantizar la estabilidad en el mercado interno.
Sin embargo, desde su creación hasta la actualidad, los datos del Indec revelan un aumento significativo en los precios de la harina y el pan, con incrementos del 899% y 631%, respectivamente, frente a una inflación general del 614%. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la efectividad del FETA para cumplir su objetivo inicial de estabilizar los precios.
Además, surgieron denuncias de irregularidades en el manejo de los fondos del FETA, con acusaciones de que solo unos pocos molinos fueron beneficiados, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia y equidad del programa. La eliminación del Fondo, por lo tanto, ha sido recibida con opiniones encontradas, con algunos sectores argumentando que darán mayor transparencia al mercado y permitirán una competencia más justa entre productores, molinos y consumidores.
