El COVID-19 sorprendió a todos en marzo totalmente desprovistos. Se menospreció el impacto en China en parte posiblemente por no decir toda la verdad. De todos modos, la forma de actuar en el país asiático nos tendría que haber alarmado y haber hecho ser más precavidos.
«También es cierto que en un mes (finales de enero a finales de febrero) no daba tiempo a preparar la producción de kits diagnósticos, por ejemplo, para abastecer a todo el mercado mundial cuando sólo producía China, prácticamente», reconoce en una entrevista con Infosalus el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), el doctor Marcos López Hoyos.